Los presos que no tengan condenas definitivas podrán votar en las elecciones de mayo de 2016, según acordaron el procurador general, Francisco Domínguez Brito, y el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario. En virtud del acuerdo, la JCE proveerá a los recintos penitenciarios del Modelo de Gestión y del sistema tradicional de prisiones, así como a las fiscalías del país, los equipos necesarios para la identificación de personas mediante el sistema biométrico. Ya las autoridades han depurado a poco más de 12,000 reclusos, casi el 50 % de la población carcelaria.